Coches circulando por una autopista francesa 

A muchos ciudadanos les ha pasado alguna vez que el maletero del coche se les ha quedado pequeño para poder meter todo el equipaje que querían llevar consigo. Para transportar una carga menor, en el mercado, existen alternativas como la de colocar un cofre de techo, muy útil para almacenar equipaje que no cabe dentro del vehículo cuando vamos de vacaciones o a pasar el fin de semana fuera de casa.

Sin embargo, cuando hay bultos más voluminosos como bicis, motos, quads o embarcaciones, deberemos buscar otras soluciones. Una opción habitual es la de utilizar un remolque. Pero conviene saber que algunos de ellos requieren disponer de un seguro específico, como también es preceptivo para determinadas caravanas. Así pues, quienes conduzcan este conjunto de vehículos deberán tener en cuenta si necesitan disponer de dos pólizas, una para el automóvil y la otra para el remolque o caravana.

Los remolques se dividen en dos clases en función de su Masa Máxima Autorizada (MMA): los ligeros (MMA inferior o igual a 750 kg) y los no ligeros (MMA superior a 750 kg). Así, si decidimos transportar un remolque con menos de 750 kg de MMA no debemos preocuparnos por ningún trámite, tan solo de disponer del permiso de conducir B (el de coches).

En cambio, si el remolque o caravana que queremos llevar tiene una MMA superior a los 750 kg, tenemos que tomar medidas. En primer lugar, tal y como informa la Dirección General de Tráfico (DGT), es necesario contar con el permiso B96. No se trata de un carné como tal, sino de una autorización que permite transportar remolques de más de 750 kg de MMA, siempre que el conjunto no sobrepase los 4.250 kg. A partir de ese límite la normativa exige el permiso B+E. 

Un coche puede transportar incluso una embarcación con un remolque 

Además, el remolque deberá estar matriculado y mostrar en la parte posterior su placa de color rojo, así como la del vehículo que lo transporta. Por último, si vamos a llevar un remolque no ligero debemos saber que es indispensable contratar un seguro extra. Por lo tanto, al margen del seguro obligatorio del coche que actúe como vehículo tractor, debemos disponer de un seguro específico para el remolque.

Si no cumplimos con este requisito nos estaremos saltando la normativa y estaremos indefensos ante cualquier incidente con nuestro remolque o caravana. Por si fuera poco, la sanción que nos pueden imponer la DGT por circular sin seguro obligatorio va de los 600 hasta los 3.000 euros, según el tipo de vehículo. 

Antes de salir a la carretera con un remolque o una caravana, hay una serie de aspectos relevantes que debemos conocer. Lo primero es comprobar la masa máxima que puede remolcar en la ficha técnica del vehículo que queremos utilizar como tractor, así como el peso que puede soportar detrás, ya que no todos los coches son aptos para poder cargar con un remolque o caravana.

Luego hay que adaptar el automóvil colocando un enganche, siempre y cuando aún no esté equipado. Además de su instalación, debe pasar por la ITV para que sea legal. Antes de salir a la carretera, hay que revisar si las luces funcionan correctamente y el remolque está bien enganchado. Asimismo, hay que tener en cuenta que el límite de velocidad se reduce a 90 km/h en autopistas y autovías, mientras que en carreteras convencionales pasa a ser de 80 km/h. 

Hay que cerciorarse de que el remolque está bien sujeto 

Por otro lado, está totalmente prohibido que cualquier persona viaje dentro de la caravana cuando estemos circulando. Los ocupantes deben desplazarse siempre en el vehículo tractor. En cambio, en el caso de las autocaravanas sí está permitido viajar en el interior, siempre y cuando se utilicen los cinturones o demás sistemas de retención homologados en todas las partes del vehículo.

Ya sea con un remolque ligero o uno no ligero, este sistema modifica drásticamente la manera de conducir. De hecho, requiere una precaución mayor de la habitual, especialmente si no estamos acostumbrados. Si queremos circular de manera segura debemos tener en cuenta ciertos factores que afectan a la conducción y pueden ponernos en riesgo, como el efecto tijera cuando sopla viento.

Lo que probablemente notaremos primero es la dificultad a la hora de realizar maniobras, pues la marcha atrás funciona a la inversa que en un vehículo sin remolque. Por ello, es aconsejable practicar antes en un lugar amplio y sin tráfico. Otro aspecto relevante es el aumento de la distancia de frenada, que se incrementa entre un 15 y un 20% debido a la masa extra, explica la DGT. 

Circular con un remolque o con una caravana cuando sopla viento fuerte puede provocar el efecto tijera 

Según el mismo organismo, en las curvas cerradas “el remolque describe una trayectoria distinta en función del radio de la curva”, por lo que debemos abrirnos lo máximo posible para reducir este fenómeno. Por último, Tráfico pone el foco en la presión de los neumáticos, que también se debe ajustar teniendo en cuenta el peso adicional.

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